¿Por qué Dios no nos responde? ¿El Silencio de Dios es una respuesta?

Saber interpretar el Gran Silencio de Dios, lo que Él quiere decirnos. El que Dios no nos dé siempre lo que le pedimos no quiere decir que no nos haya oído.
¿Por qué Dios calla?.

 

Si hay algo que debemos tener presente en nuestra vida y en nuestro camino espiritual, es que debemos estar atentos a toda señal de Dios. Aunque a veces no lo sintamos, el poder de Dios se encuentra presente en cada situación que vivimos. Debemos estar alertas y saber interpretar el Gran Silencio de Dios que a veces encierra nuestro alrededor. Hay cosas que Él quiere decirnos a través de su silencio.

 

El que Dios no nos dé siempre lo que le pedimos no quiere decir que no nos haya escuchado. Él siempre tiene inclinado su oído a nuestros ruegos si nosotros inclinamos nuestro Corazón a su Presencia.

 

¿Por qué Dios calla a veces?

 

Muchas veces nos preguntamos: ¿Por qué razón Dios no nos contesta.? ¿Por qué se queda callado?.  Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero, Dios no es así. Dios nos responde aún con el silencio.  Debemos aprender a escuchar a Dios. Su Divino Silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, Él sabe lo que está haciendo. En su silencio nos dice con amor: ¡Confiad en mí, que sé bien lo que debo hacer!.

 

¿Estás dispuesto a hacer silencio en el Obrar de Dios en tu vida?.

 

¿Sabemos que es lo que nos conviene cuando pedimos a Dios?

 

¿Somos algunos de nosotros de los que nos hemos retirado de la oración porque no hemos visto atendidas nuestras peticiones a la primera? El que Dios no nos dé siempre lo que le pedimos no quiere decir que no nos haya oído. Además, querer que Dios ejecute nuestros deseos no sería pedir, sino mandar.

 

¿Qué es lo que pedimos?

 

Casi siempre, lo mismo: que no tengamos enfermedades ni dolores, que venga a nosotros el éxito fácil, ese puesto de trabajo cómodo hasta la puerta de la casa, las soluciones rápidas a la hipoteca o a la crisis.

 

Dios deja que los acontecimientos sigan su curso porque de ellos se derivará un bien mayor para nosotros. Por ignorantes, por impulsivos pedimos piedras en lugar de pan. Jesús no da migajas sobrantes y caídas al suelo, sino el pan tierno y blanco de su amor y poder infinito. Dios calla a veces, pero Él sabe por qué lo está haciendo. El Gran Silencio de Dios no es otra cosa que una manifestación diferente de la actuación de Dios en nuestras vidas. Dejémoslo actuar en el silencio.